Tras caer con orgullo en Villarrubia, el Cazalegas se estrena en casa con la obligación de sumar. Enfrente estará un Azuqueca que llega segundo y en plena confianza tras su victoria inaugural.
El Cazalegas vivirá este domingo (12:00 h) su primer gran examen de la temporada. El conjunto de Kuki Arriero se estrena en casa con la obligación de transformar en puntos las buenas sensaciones ofrecidas en su debut liguero en Villarrubia, donde cayó por 2-1 en un partido con más méritos de los que reflejó el marcador. Enfrente estará el C.D. Azuqueca SAD, que llega segundo en la tabla tras firmar un estreno convincente (2-0) frente al Huracán de Balazote y que se perfila como uno de los bloques más sólidos de este arranque liguero.
El estreno en Villarrubia dejó al vestuario naranja una mezcla de frustración y optimismo. El resultado fue negativo, pero la puesta en escena, sobre todo en la primera parte, convenció. Con hasta nueve debutantes en la categoría, el Cazalegas mostró personalidad, ritmo competitivo y capacidad de reacción tras el golpe de los dos tantos encajados nada más comenzar la segunda mitad. El golazo de falta de Sergio Blázquez en el minuto 63 reflejó la rebeldía de un equipo que no bajó los brazos y que, incluso, acarició la igualada en los instantes finales.
El propio Kuki Arriero reconoció en la previa que las sensaciones son “muy positivas” y que el equipo “tiene una base sólida sobre la que crecer”. El técnico quiere que en casa sea una fortaleza y confía en que el apoyo de la afición marque diferencias en el estreno como local: “La gente verá un equipo con hambre, que compite y que está convencido de que el camino es el correcto”, subrayó.
El conjunto azudense llega a la cita como uno de los líderes provisionales del Grupo XVIII. Su victoria en la jornada inaugural ante el Huracán de Balazote (2-0) confirmó las buenas sensaciones de la pretemporada. Sólidos en defensa, con oficio en la medular y con pegada arriba. El Azuqueca es un bloque experimentado en la categoría y no suele conceder facilidades. Su fortaleza reside en la presión alta y la capacidad para castigar cualquier error rival en transición. Una combinación que obligará al Cazalegas a minimizar pérdidas en campo propio y a ser eficaz en las áreas.
El partido presenta varias claves que pueden resultar decisivas. El Azuqueca demostró en la primera jornada que no necesita demasiado para generar peligro, por lo que su eficacia en los metros finales puede marcar la diferencia. En el lado contrario, el Cazalegas confía en el balón parado como uno de sus mejores argumentos, con especialistas como Sergio Blázquez y Hugo Campos capaces de decantar un choque cerrado. También será fundamental la solidez emocional: al conjunto de Kuki Arriero le penalizó en Villarrubia un arranque dubitativo tras el descanso, y evitar esas desconexiones será imprescindible para tener opciones de victoria. La afición también jugará su papel, ya que deben convertirse en un factor diferencial y este estreno en casa es la oportunidad idónea para enganchar al público con una primera alegría liguera. En cuanto a los protagonistas, todas las miradas estarán puestas en Sergio Blázquez, líder en el centro del campo cazalegueño y referente a balón parado, mientras que en el Azuqueca será clave Pimentel, que llega en forma tras marcar en la jornada inaugural y que representa la principal amenaza ofensiva rojinegra. La derrota inicial deja al Cazalegas en la parte baja de la tabla, aunque con la convicción de que hay margen de mejora, mientras que el Azuqueca es segundo con tres puntos y quiere confirmar su buen arranque para no perder la estela del Atlético Albacete, líder provisional. En definitiva, el duelo en Cazalegas se presenta como un choque de estilos: la juventud y la ambición de un equipo en construcción frente a la solidez y la experiencia de un aspirante a la zona alta. Para los de Arriero será algo más que tres puntos: es la ocasión de demostrar que el esfuerzo en Villarrubia no fue en vano y que este proyecto tiene recorrido. La cita, en resumen, apunta a partido grande en el Grupo XVIII. Como ha repetido Kuki Arriero, “hay que jugar y dar guerra”, porque este equipo, pese a la derrota inicial, no está ni mucho menos muerto. Esa es la gran clave que quiere transmitir el técnico a sus jugadores y a la afición: el Cazalegas tiene hambre, tiene carácter y está dispuesto a competir.
Redacción: Óscar Bonilla
Imagen: CD Cazalegas
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