El Cazalegas se aferra al aliento del 96 y recibe al Fibritel Villacañas con la moral por fin en pie

Golpeado pero renacido en Illescas, el Cazalegas encara la visita del Fibritel Villacañas con la inyección anímica del empate logrado en el 96. Los de Kuki Arriero buscan convertir ese punto de fe en el inicio real de la remontada hacia la salvación.

El Cazalegas llega a la Jornada 13 con un soplo de vida que no aparecía en su vestuario desde hacía más de un mes. El gol de Iván Bueno en el 96′ ante el Illescas no solo puso fin a una racha de cinco derrotas consecutivas, sino que devolvió a los naranjas a una sensación olvidada: competir hasta el último aliento también tiene recompensa. Y ahora, con algo de aire en los pulmones, esperan transformar ese pequeño destello en una reacción seria, sostenida, de equipo que no quiere decir adiós demasiado pronto a la categoría. El choque ante el Fibritel Villacañas sexto, con números sólidos y la mirada puesta en engancharse al vagón de cabeza es la prueba de fuego que separa un simple empate agónico de un verdadero cambio de dinámica. El conjunto villacañero aterriza en Cazalegas en plena línea ascendente, con dos victorias seguidas y una madurez competitiva que les ha convertido en uno de los bloques más rocosos del Grupo XVIII. Si algo tiene claro el cuadro naranja es que el rival no regalará nada.

Aun así, el Cazalegas se agarra a señales inequívocas de crecimiento. En Illescas, el equipo de Kuki Arriero firmó unos minutos de fútbol ofensivo como no se le veía desde septiembre: presión alta, transiciones veloces, llegadas claras y la sensación de que, pese a las urgencias, todavía hay alma y argumentos para soñar. Lucho, Nano y el propio Iván Bueno cambiaron el rostro del equipo, empujándolo hacia un empate que pudo incluso ser victoria si el acierto hubiera acompañado. El técnico naranja no oculta que la clave pasa por mantener esa versión del segundo tiempo: intensidad, hambre y valentía. En casa, con su gente, la exigencia se multiplica. El Municipal quiere ver al Cazalegas que muerde, que se atreve, que se deja la piel incluso cuando la tabla aprieta. Esa identidad, tantas veces mencionada y pocas veces sostenida, debe convertirse en bandera si el equipo quiere empezar a escalar posiciones. El Villacañas, por su parte, aterriza como favorito pero avisado. Saben que este Cazalegas, aunque penúltimo, está muy lejos de ser un rival entregado. Los naranjas ya demostraron en Illescas que no se caen aunque les golpeen, y que un balón suelto en el área en el 96 puede reescribir cualquier guion. El domingo se mide algo más que un partido: se enfrenta la urgencia por salir del pozo contra la ambición de engancharse al tren de arriba. Para el Cazalegas, no es simplemente la Jornada 13. Es, quizá, el momento de decidir si el 96 fue un destello aislado… o el inicio real de la remontada. Los naranjas, al fin, creen que es la segunda opción.


 

Redacción: Óscar Bonilla

Imagen: CD Cazalegas

24/11/2025