Gregorio apuesta por el deporte como motor económico con la renovación del circuito Cerro Negro

El alcalde José Julián Gregorio ha anunciado una inversión de 2,3 millones para transformar el Centro Deportivo Cerro Negro. La actuación promete modernizar el circuito y convertirlo en un referente sostenible del motor en Talavera.

 

Talavera volvió a mirar hoy al deporte con ambición. En un Debate del Estado de la Ciudad cargado de cifras, inversiones y promesas de transformación urbana, fue el alcalde José Julián Gregorio quien dejó una noticia que resuena especialmente entre los aficionados al motor: 2,3 millones de euros para convertir el Centro Deportivo Cerro Negro en un recinto moderno, sostenible y preparado para competir entre los grandes del país. La cifra no es menor ni simbólica. Representa la mayor inversión directa en el circuito talaverano en décadas y, sobre todo, un cambio de rumbo para un espacio que ha sido campo de batalla, cantera y orgullo para generaciones de pilotos de motocross y aficionados al motor. Gregorio lo presentó con convicción: “Queremos un centro deportivo del motor con instalaciones totalmente sostenibles”. Dicho de otra forma: un circuito que deje atrás su histórico carácter artesanal para entrar en la liga de los complejos deportivos de referencia.

El anuncio llega enmarcado en una lluvia de fondos europeos inédita para la ciudad 17,7 millones en total, pero el motor encontró su espacio entre museos, zonas verdes y planes de movilidad. Y no fue casual. En la última década, cuando el calendario nacional e internacional parecía alejarse, los clubes locales han mantenido viva la llama a base de esfuerzo, voluntariado y competiciones que, pese a su cariño, poco podían hacer frente a la falta de infraestructuras actualizadas. Por eso, el mensaje del alcalde sonó distinto: había contenido, había cifras y, sobre todo, había una hoja de ruta. Según el proyecto presentado, la reforma traerá nuevas instalaciones, mejoras en el trazado, actualización de servicios y una apuesta por la sostenibilidad que podría revalorizar el circuito como sede de eventos de mayor calibre. Son palabras mayores. Talavera siempre ha tenido afición; lo que le faltaba era músculo para volver a atraer campeonatos que llenan hoteles, restaurantes y los alrededores del cerro de rugido y polvo.

Pero no todo quedó en el anuncio. La intervención del alcalde dejó entrever una lectura más profunda: el deporte como pieza estratégica en la transformación global de la ciudad. Mientras otros proyectos regeneran barrios o levantan edificios culturales, el motor aparece como bandera de identidad, un recordatorio de que Talavera no solo quiere crecer, sino hacerlo sin renunciar a lo que la ha hecho reconocible. Ahora empieza lo complicado: cumplir plazos, ejecutar obras y traducir promesas en un circuito vivo, competitivo y sostenible. El sonido de las máquinas aún no ha arrancado, pero hoy el motor volvió a escucharse, al menos en intención. Y para una ciudad que ha vibrado históricamente con cada salto y cada curva del Cerro Negro, eso ya es una victoria. La bandera todavía no ha caído, pero Talavera se ha colocado en la parrilla con un proyecto que, si se concreta como se ha anunciado, puede cambiar definitivamente su futuro deportivo. Y esta vez, parece que la carrera va en serio.


 

Redacción: Óscar Bonilla

Imagen: Ayto Talavera

26/11/2025