Los naranjas alzan la voz antes de visitar el San Clemente

Sobre césped artificial, los de Arriero buscan un triunfo que consolide su billete para engancharse de verdad a la pelea por la permanencia. El Cazalegas, tras no jugar el pasado fin de semana, aterriza en el San Clemente con la urgencia de alzar la voz y reactivar su camino en la liga.

El Cazalegas encara su visita al San Clemente con esa mezcla de urgencia  que solo aparece en los equipos que se resisten a caer del todo. El parón del fin de semana anterior dejó aire para reajustar, pero también recordó que cada jornada que pasa sin puntuar pesa el doble en una clasificación que no espera a nadie. Para los de Kuki, este duelo no es uno más: es el tipo de partido que puede marcar un antes y un después.

Kuki, que suma ya 50 partidos al frente del banquillo naranja, ha visto de todo en este tramo turbulento de temporada. Con un balance de 16 victorias, 10 empates y 24 derrotas, el técnico toledano convive con la realidad de un equipo que compite, pero sufre para transformar su esfuerzo en puntos. Sin embargo, el vestuario aún mantiene un hilo de confianza, y buena parte de él nace de hombres que están tirando del carro en los momentos más duros. En portería, Corrochano, máximo minutero del equipo (1080’), se ha convertido en sostén emocional y táctico. Su rendimiento sigue siendo uno de los pocos puntos estables de una temporada irregular. En defensa, la jerarquía de Acuña, intenso y al límite (el más sancionado), será clave para aguantar un escenario de césped artificial donde cada duelo cuenta. A su lado, las piezas jóvenes A. Juárez, Serrista, Iker García buscan consolidar una línea que ha vivido demasiadas roturas. En el medio, el equipo depende del criterio de Salcedo, de los arreones de Sergio Blázquez y de la energía de Luquín, que ha crecido con el paso de las semanas. El Cazalegas necesita que ellos hagan corto el campo y den continuidad a los pocos momentos de dominio que ha mostrado.

Arriba, el foco vuelve inevitablemente hacia Guisevi, máximo goleador con solo dos tantos. La sequía ofensiva explica la clasificación, pero también abre la puerta a una idea simple: el día que el gol aparezca con continuidad, el Cazalegas será un equipo distinto. Y eso, en un campo como el San Clemente, puede ser el verdadero punto de inflexión. El rival no regalará nada, y el terreno de juego, artificial, exigirá precisión en la circulación y máxima concentración en las transiciones. Son partidos donde los pequeños detalles deciden, donde la mentalidad es casi tan importante como el plan. El Cazalegas sabe que llega al límite, pero también llega consciente de que los límites son lugares donde nacen las reacciones. Kuki ha trabajado para que el equipo se dé una oportunidad a sí mismo. Para que este domingo, más que jugar, compita. Y para que, por primera vez en semanas, el Cazalegas no solo alce la voz. Sino que se haga escuchar.

 


Redacción: Óscar bonilla

Imagen: CD Guadalajara

01/12/2025